miércoles, 9 de abril de 2008

¿Cómo sobreviven los animales?

¿Cómo sobreviven los animales?
Vitus B.Dröscher

¿Pueden los gatos amar a los polluelos?

Vitus B.Dröscher nació en Leipzig en el año 1.925. Estudió zoología, psicología y electrónica en Hannover. Desde 1954 trabaja como publicista en el campo de la etología y de la fisiología sensorial. Es miembro electo de la sección de literatura de la Academia Libre de las Artes de Hamburgo y ha sido galardonado con el premio Theodor-Wolff. Ha escrito libros como por ejemplo: ¿cómo sobreviven los animales?, Sobrevivir, Los animales son también humanos, un cocodrilo para desayunar, hay que aullar con los lobos, entre otros.
Los gatos domésticos son capaces de acoger a animales como los polluelos, a pesar de ser considerados como enemigos naturales. En el texto ¿Pueden los gatos amar a los polluelos?, el autor tiene la intención de romper con el tabú creado por las personas acerca del comportamiento radical de los felinos domésticos hacia los pollitos, sus enemigos naturales.



Según Vitus B. Drsöscher, todo aquel que conoce a los gatos domésticos podrá afirmar que ninguno de esos animales sería capaz de acoger unos pollitos indefensos. Cualquier persona que haya observado como un gato se pone inquieto al sentir la presencia de un ratón o una ve cerca, puede decir que nunca serán amigos.
Sin embargo, Dröscher, afirma que es posible que los gatos desarrollen un sentimiento de cariño hacia los pollos. Él, plantea la historia de la gata Mietscha, que después de ser separada de sus crías adoptó a un polluelo como su hijo.

Todo empezó cuando la gata Mietscha tuvo a sus gatitos. Su dueña inmediatamente se encargó de distraerla mientras su esposo tomaba los gatitos y se los llevaba del lugar de parto. Pues si la gata está presente mientras le roban a sus crías, deja de querer a los amos.
Cuando la gata regresó a la cesta donde había dejado sus hijos se dio cuenta de su ausencia y se dedicó a buscarlos por toda la casa. Al final, al no encontrarlos se sumergió en una profunda letargia.

Al otro día, casualmente, en el patio de la casa apareció un polluelo de mirla que se había caído de su nido probablemente. Al escuchar que piaba, Mietscha pensó que una de sus crías había regresado.

Según Vitus B. Dröscher cuando en una hembra se despierta el amor de madre, la fantasía del instinto materno hace cosas realmente insospechadas, y es increíble hasta los extremos que puede llegar. De esa manera la gata Mietscha adoptó al pichón como su hijo. La gata necesitaba algún objeto sustitutorio para dar satisfacción a su instinto maternal. La gata llegó al punto de querer amamantar al pichón de uno de sus pezones.
Cuando el polluelo creció, Mietscha no sintió la tentación de comerlo. “y ese lugar, el mas seguro de todos, era para el "hijo", las garras protectoras de su "madre"
Creo que finalmente el autor cumplió con su intención. Se encargó de hacerlo, sustentando su teoría con un caso de la vida real. De esa manera creo que dejó claro como las relaciones entre animales, que son enemigos por naturaleza, pueden llegar a tomar un rumbo distinto contrario al que todos creerían por la lógica de la naturaleza.

















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